El pasado 12 de junio, en un periodo compuesto por 7 días, hasta el 18 del mismo mes, un grupo de aventureros, TODOS beneficiados por FUNDACIÓN LOS CARRILES, Patronos (Mundo de Todos, Club Los Carriles y Club San Marcos), Centro para la Integración Los Carriles y un grupo de amigos de Fuengirola emprendían, un año más, un viaje desde nuestro municipio, Macael, para llegar a Galicia y así comenzar el tan bonito y expectante Camino de Santiago.
La ubicación geográfica de nuestro municipio nos hizo realizar un largo camino hasta tierras gallegas, cruzando el país de punta a punta, pero que con la compañía y el buen ambiente de grupo se hizo de lo más ameno. Llegados al destino inicial, se realizó un merecido descanso para recargar pilas y coger fuerzas para el comienzo del ansiado destino.
El inicio estuvo marcado por unos primeros instantes de nerviosismo, todo dado por las incertidumbres meteorológicas que se preveían ya que las condiciones eran adversas pero las cuales no iban a hacer decaer el ánimo ni mucho menos el entusiasmo.
Bien temprano sonaban los despertadores, y previo al inicio, se cogieron energías para emprender el inicio de la primera etapa, de un total de cinco para cumplir el objetivo propuesto de realizar la distancia mínima de 125 kms que acreditaría y nos certificaría oficialmente como peregrinos. Cómo hemos comentado, fueron varias etapas, las cuales cada uno de ellas presentaba unas características distintas debido a la exigencia física, a la par que había que añadir las condiciones meteorológicas, tanto de sol como de humedad y lluvia, pues en este primer día, la tan agraciada y desconocida lluvia para los almerienses y malagueños nos dio la bienvenida. Pero esto no hizo decaer el ánimo de los aventureros sino que con más energía e ilusión se calzaron sus zapatillas, se equiparon con sus chubasqueros y comenzaron a dar sus primeros pasos
Dejando la lluvia atrás, pues solo tuvimos su compañía en la primera etapa, los días fueron transcurriendo, entre paisajes naturales y urbanos, conociendo a compañeros de viaje, compartiendo aventuras, historias y risas, vivencias entre tramo y tramo aunque también sufrimiento en determinados momentos que, una vez superados, otorgaban una sensación de paz, tranquilidad y satisfacción increíbles. Tras kms y kms, el cansancio ya se hacía presente pero no quitaba un ápice de ilusión buscando el propósito que se atisbaba cada vez más cercano, la ansiada llegada a la Catedral de Santiago, para lograr el objetivo propuesto por cada uno de los integrantes que componían la expedición CARRILES.
Durante la estancia y desarrollo de la experiencia, pudimos también disfrutar de ocio y tiempo libre para conocer aspectos tan importantes como la gastronomía gallega, una auténtica desconocida para nosotros pero tan necesaria para, tras un gran esfuerzo, darse un merecido homenaje.
No podemos acabar este post sin dar las gracias a cada una de las personas que nos han acompañado y ayudado en esta aventura, que con su acogida han hecho que los verdaderos protagonistas de esta aventura, nuestros usuarios, vuelvan a casa cargados con una mochila de recuerdos preciosos que guardarán para siempre pues han hecho con su calidad humana y simpatía crear una atmósfera familiar entre todos nosotros, con la seguridad de que no será la última actividad que llevemos a cabo juntos.
Además, este viaje no habría sido posible sin el apoyo de entidades siempre comprometidas con el proyecto CARRILES, así como MALA BRUXA ESPAÑA, realizando un magnífico trabajo antes, durante y después de esta experiencia vivida, destacando su colaboración y comprensión durante todo el camino realizado conjuntamente. También mención especial para cada uno de los componentes de la expedición por habernos tratado de una manera única y habernos hecho sentir como en casa con su atención y ayuda.
El camino de Santiago es, sin duda, una experiencia enriquecedora que volveremos a llevar a cabo en el futuro.






















